Si la vejez tiene tan mala publicidad, ¿por qué razón querríamos vivir hasta los cien?
Si a una persona joven, con toda la vida por delante, le preguntaran hasta qué edad quisiese vivir, seguramente hallaría que los cien años es un número razonable, puesto que vive etapas de la vida en la que se es productivo, con muchos proyectos, buena salud, redes sociales y recursos económicos suficientes para vivir de manera cómoda. Y es lógico que las personas, considerando esa actual situación, la proyecten cara al futuro y deseen vivir cien años en esas condiciones.
Cuando se superan los ochenta, noventa o bien los cien años, las condiciones biológicas, psicológicas y sociales cambian: aumenta drásticamente el peligro de enfermedades crónicas y pérdida de funcionalidad, la pensión ya no alcanza para mantenerse en buena salud, se va reduciendo el círculo de amigos, y hasta las reuniones familiares, porque van quedando menos de los que te acompañaron durante toda una vida.
Así es que esto de vivir cien años hay que preguntárselo a quien ya esté cerca. Y la respuesta se dará sin duda con precaución.
Nos cuentan cosas interesantes de esto en: ¿Vivir hasta los 100? ¿En serio? – El Mostrador