En el blog amigo Comunicacionextendida afirman sin rubor que todo esto del coaching, el outplacement, y el coaching management, etc no son otra cosa que un sacacuartos. Y debido a algunas críticas han modificado su primera opinión para mencionar que “algunos” son un sacacuartos, para no generalizar.Yo no me atrevo a generalizar, pero estas cosas siempre me han parecido una gilipollez, exportada por los americanos y apropiada por argentinos dados a vivir de la verborrea. Se supone que hay crear buen ambiente entre los trabajadores, bla, bla, bla. Pues pienso que lo mejor que puede pasarte cuando acaba tu jornada de trabajo es que puedas desconectar, y comenzar a vivir tu vida. El mejor ambiente en el trabajo se respira cuando te pagan bien y no te putean.
Está claro que soy otro más de esos que no aguantan los cursos de coaching. Siento mencionar esto, y sé que me van a criticar, pero con los cursos de coaching me pasa lo mismo que con todos mis amigos argentinos, me siento, les escucho durante horas, y al final me voy con la sensación de no haber aprendido nada que pueda aportarme algo nuevo o práctico.Con el pasar de los años he aprendido a valorar mi tiempo, y por ello no me gusta que me tengan entretenido con ejemplillos, vídeos y ejercicios, que al final lo único que me aportan es alguna fácil conclusión, a la que, probablemente, ya he llegado yo antes de todo esto. Me gusta que la gente vaya “al grano” y no se entretenga con retórica. El hombre es esclavo de lo que cuenta y dueño de lo que calla, por eso, soy un fiel partidario de decir exactamente lo que deseo comunicar, con las palabras exactas y precisas, y me temo que en el coaching abunda todo lo contrario. Os animo a que puntuéis lo más bajo posible al monitor o monitora en la encuesta del final, yo lo hago, eso si, a no ser que sea una monitora que esté cómo un queso, entonces el objetivo del cursillo puede cambiar.
GILIPOLLECES QUE PUEDES OIR EN UN CURSO DE COACHING, OUTPLACEMENT O COACHING MANAGEMENT. ‘El conflicto no lleva a ninguna parte, hay que enterrarlo’ y lo antes posible antes de que se propague. En otras palabras, si alguien no está de acuerdo contigo lo echas para que no cunda el mal ejemplo. Y para llegar a esta cuestionable deducción hora y media de vídeos y ejemplos.
“El formador tiene que saber explotar su posición de poder”. ¿? Pero ¿de que estamos hablando? ¿De formar a soldaditos?
“El trabajo es recompensado siempre”. Aquí te sueltan cómo el jefe de la empresa se hizo a si mismo y originó un imperio vendiendo perritos calientes en los suburbios de New York. O sea, que si sigues siendo un pobre de m… es porque eres tonto o porque quieres. Y para llegar a esa conclusión otra hora y media de videítos y ejemplitos.
CUANDO VI POR PRIMERA VEZ ALGO PARECIDO AL COACHING.Eran los años ochenta y estaba un poco falto de dinerillo, así es que acepte una de esas ofertas de empleo que salían en los periódicos. Me fui a Madrid y me vi en medio de un acto con centenares de personas por cuyo escenario aparecían estelares personajes que lo habían dejado todo para vender Herbalife y se habían convertido en multimillonarios. Al final de la larga sesión de discursos, aplausos y vítores la única conclusión que me llevé es que habían intentado poco menos que estafarme vendiéndome un pack de unos doscientos euros, para tener derecho a ser otro “millonario” más de los miles y miles que Herbalife ha creado por el mundo.
Estoy convencido que muchos de los supuestos millonarios que hablaban eran simples oradores a los que se les pagó una pequeña cantidad por su trabajo ese día. Al igual que los expertos de coaching que he conocido, como dice mi padre “más vale que estuvieran trabajando”, jajá.
LA MANÍA DE QUERER ENSEÑAR A LOS DEMÁS A HACER SU TRABAJO.En el mundo laboral en que creo, cada cual ha de responsabilizarse de cómo hace su trabajo, y de su profesionalidad. Creo que pronto nos veremos envueltos en un nuevo modelo laboral en el que venderemos y compraremos servicios profesionales, y el trabajador por cuenta ajena será cosa del pasado. En ese mundo no cabrá el querer enseñarle a nadie cómo o en que circunstancias deberá realizar su trabajo, pues cada profesional se preocupará de saber aquello que le resulte más conveniente.
Se acabará eso de querer ganar dinero fácil con inventillos como la risoterapia, el coaching o perder un día de trabajo yéndose todos a dispararse bolas de tinta al bosque. Obviamente estamos en un mundo en el que falta mucho trabajo y la imaginación abunda. Es así que muchos inventan técnicas “nuevas”, ejercicios “nuevos” y sobre todo palabrejas “nuevas” para redenominar a cosas que ya tenían un nombre: “gilipolleces”.
Por eso surgen el “spinning” (o sea, juntarse un montón de pavos y pavas en bicicleta estática en un campo, en vez de irse a dar una vuelta con la bici por ahí), el “personal shopping” (esto es, que tienes mucho dinero pero poco tiempo y estilo, por lo que dejas que alguien que tiene más que tu te compre la ropa), el “tunning” (cambiarle las piezas al coche para hacerlo más… macarra), el “senderismo” (irse a dar una vuelta por los caminos), el “puenting” (tirarse por un puente), o el “tontonning” (asistir a eventos, cursillos y demás actividades de motivación empresarial).En fin, que todo esto entra de lleno en una dinámica de querer adornar tanto la retórica cómo la propia actividad empresarial para que puedan comer una serie de listillos que van de “expertos”. Han existido toda la vida, pero con distintos nombres, y son descendientes directos de aquellos que iban por el lejano oeste, de pueblo en pueblo, vendiendo crecepelos mágicos.
Perdonning si ofending a alguieng.
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Está claro que soy otro más de esos que no aguantan los cursos de coaching.
