La falta de hidratación en los mayores

La falta de hidratación en los mayores
Recuerdo el estudio anteriormente comentado, realizado por una prestigiosa consultora, Millward Brown, que analizó las percepciones sociológicas sobre la hidratación en Europa, y los resultados fueron demoledores: “el 36% de los españoles declara no seguir las indicaciones recomendadas por las instituciones nacionales y europeas de salud, para conseguir y mantener una hidratación suficiente y adecuada. En el caso de los hombres, la situación resulta más inquietante ya que este porcentaje llega al 43%, frente a un 30% en las mujeres”.
En el caso de una de las poblaciones de riesgo, vulnerables a la deshidratación, como lo son los ancianos, otro estudio sobre los hábitos de hidratación de la población en España (donde hay unos 7,5 millones de mayores de 65 años, lo que supone el 16% de población total) del año pasado realizado por el OHS revelaba que más del 90% de los mayores de 65 años bebe menos de lo recomendado por el doctor y más de la mitad (55%) sólo ingiere líquidos cuando tienen sed. Una señal de que ya existe deshidratación (Ver El mecanismo de la Sed).
Y es que a las personas mayores les es complicado llegar a ingerir la cantidad diaria recomendada de líquidos (los 2,5 l aconsejados) debido a diversos motivos:
a.- Sufren alteraciones del mecanismo de la sed. Las personas mayores tienen menor sensación de sed. A lo que se suma que pierden el interés por beber líquidos.
b.- Sufren alteraciones del nivel cognitivo: Demencias, depresión, ansiedad, etc.
c.- Alteraciones en la función renal. La función renal puede verse reducida por infección, diabetes, cálculos renales y obstrucción del tracto urinario.
Pierden demasiada agua con respecto a la cantidad de materiales de desecho que elimina por la orina, por lo que necesita más agua que un adulto para excretar la misma cantidad de urea y sodio.
d.- Incapacidad física o psíquica que les dificulta comer y beber: Parkinson, infartos, demencia…
e.- Alteraciones gastrointestinales.
A lo que se suma que la mayoría de las personas mayores evitan el consumo de líquidos por miedo a la incontinencia urinaria o para eludir la necesidad de ir al baño cuando se encuentran fuera de casa.
 ¿Cuáles son los síntomas de deshidratación que vamos a poder apreciar en una persona mayor? Síntomas como boca seca, fatiga, debilidad, agitación, pérdida de apetito, náuseas y vómitos son detectados habitualmente.
Además se acusa un descenso en la presión sanguínea y un aumento en el pulso.
También se puede manifestar la deshidratación con la disminución del volumen urinario. (La formación normal de orina excede los 600 mL al día para la mayoría de adultos. Se considerará necesaria una evaluación del grado de hidratación cuando la formación de orina quede por debajo de 400 mL al día)(2).

¿Y qué es lo que debemos hacer cuando tenemos a una persona mayor a nuestro cargo en cuanto a su hidratación para prevenir su deshidratación?
1.- La ingesta ha de efectuarse gradualmente a lo largo de todo el día, forzando más la mañana y tarde, para evitar los despertares y la incontinencia nocturna. Si despierta por la noche, especialmente en verano, tomar líquidos.
2.- Enseñar a las personas mayores a beber cuando no tienen sed.
3.- En cada ingesta (desayuno, comida, merienda y cena) se debe tomar un vaso de agua para favorecer la ingestión de sólidos. Evitar beber inmediatamente antes, así como sobrepasar 1,5 vasos pues provoca llenado gástrico y saciedad.
4.- Durante los períodos existentes entre las ingestas, tomar al menos de 4-6 vasos de agua fraccionados, como si se tratase de un fármaco prescrito. Se restringirá la ingesta líquida, en aquellos pacientes en los que sea imprescindible para su subsistencia, por las posibles descompensaciones que pueden sufrir algunos problemas de salud como insuficiencia cardiaca severa, edemas severos, insuficiencia renal muy avanzada, etc
5.- Asegurar el acceso de las personas mayores a las bebidas.
6.- Estimular a las personas mayores para que beban.
7.- Evaluar las medicaciones crónicas por los posibles efectos deshidratantes.
8.- Identificar la anorexia.
9.- Evaluar los factores ambientales que obstaculicen la bebida.
 La hidratación en personas mayores
Según la Organización MundiaL de la Salud (OMS), los mayores son un colectivo en el que “el agua ha de erigirse en un nutriente esencial de primer orden sin valor calórico-energético alguno, por la ausencia de macronutrientes”. A esto le podemos añadir, que de ser así, el agua mineral natural será el aliado perfecto para la hidratación de las personas mayores ya que les aportará un contenido adicional de micronutrientes (calcio, magnesio, potasio, sodio, etc) favorables para su metabolismo.
Si es importante conocer el estado fisiológico del anciano para elegir el agua mineral con una composición mineral adecuada a su organismo. En este caso, recomiendo que sea su médico el que le paute el agua mineral idónea.

FUENTE:   www.quelujo.es/
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