Según una antigua leyenda, la que hoy es la capital de Portugal fue fundada por Ulises en su periplo de vuelta a casa después de la Guerra de Troya. Por ello, y por otras muchas razones, organizar un viaje a Lisboa merece especial atención y la mejor opción es planear un itinerario para aprovechar todo el tiempo en la ciudad. Además, online se puede organizar casi todo, desde la reserva del alojamiento, en páginas como venere.com, hasta la compra de billetes y entradas para las diferentes atracciones culturales y turísticas de la ciudad del Tajo.
Comenzando en el Barrio Bajo lo mejor es tomar el Elevador de Santa Justa para llegar a la Plaza de Carmo. La más conocida calle de la zona es Rua Garret, llena de cafeterías, tiendas, teatros, cines. En ella se puede respirar el aire bohemio de la ciudad recorriendo callejuelas y calles tan especiales como Rua Bertrand, inaugurada a finales del siglo XVIII.
El barrio de Alfama, uno de los más antiguos de la ciudad, es uno de los lugares más visitados, ya que concentra multitud de puntos de interés cultural como la Catedral de Santa María Mayor, el Castillo de San Jorge, fortaleza y palacio real hasta el siglo XVI o la Iglesia de San Vicente de Fora, entre otras muchas maravillas. Además, desde el Mirador de Santa Lucía y el Mirador de Puerta del Sol se puede disfrutar de una maravillosa vista panorámica de Lisboa.
La zona de Belém es el barrio en el que se ubica el Monasterio de los Jerónimos, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad y la Plaza del Imperio. Para llegar hasta él lo más cómodo es tomar el tranvía y maravillarse con las vistas sobre la rivera. Otros puntos de interés histórico-cultural de Belém son el Monumento a los Descubrimientos, el Parque de las Naciones y la archiconocida Torre de Belém, levantada a mediados del siglo XVI.
Para finalizar, el Barrio Alto, centro neurálgico de la vida nocturna de la ciudad. Es un espacio creado exclusivamente para descansar y relajarse cenando en una de las terrazas de sus impresionantes restaurantes o tomando una copa al tiempo que se observa el estrellado cielo lisboeta.
