Que el interior también tiene bonitas playas es algo que no todo el mundo sabe, pero sí, las hay y muchas. Por eso es difícil hacer una buena guía. Aquí va un intento de recomendaros, al menos, algunas de las mejores. Comenzaremos por la mas extraña, la Playa de Gulpiyuri, un remanso de paz y tranquilidad. Es curiosa porque se encuentra tierra adentro, pues el mar cavó la cueva hacia el interior, y un hundimiento dejó un hueco a solo cien metros de la costa conectado con el mar. Es de una belleza envidiable, y aunque no se la puede considerar estrictamente «de interior» merece la pena nombrarla por lo extraño de su paisaje. .
Otra, la playa del Pisuerga, en Valladolid tiene una arena fina y blanca como la de las playas de mar. Y otra más, Costa Dulce, es la primera playa de interior a la que se le ha concedido la Bandera Azul. Costa Dulce es un gran pantano en Orellana la Vieja (Badajoz). Sus aguas son muy limpias y perfectas para el baño.
En Castilla La Mancha, por ejemplo, nos encontramos con playas dulces que no envidian nada a las de mar. En Albacete tenemos la “Playa de Alcalá de Júcar”, en la hoz del río. Tiene de todo, incluso una pequeña isla en el centro del río. En Guadalajara el Parque Natural del Alto Tajo nos ofrece buenos paisajes y aguas cristalinas en Zaorejas.
En la desembocadura del río Gallo en el río Tajo hay una playa fluvial hecha de piedra poblada en verano. En la provincia de Cuenca encontramos “Manchamar” en Valverde de Júcar, con chiringuito, embarcadero y piraguas. Ubicada en el embalse de Alarcón y con arena como en una playa de la costa. En las Lagunas de Ruidera, en un espacio natural protegido nos esperan unas magníficas y preciosas zonas de baño.