La población de África todavía es joven, pero el continente ha de enfrentarse a un futuro próximo en que predominará un rápido envejecimiento de la población. Este proceso será aún más rápido que en los países desarrollados lo que va a plantear desafíos importantes en materia de atención a los mayores. Retos a los que no están acostumbrados en estos países.
Hoy por hoy, los menores de 15 años son el 40% de la población africana, frente al 27% que representan en términos de población mundial. Sin embargo, en las próximas cuatro décadas, los mayores de 60 años, que ahora son un 5,5% se duplicarán. El número total de personas mayores se cuadriplicará en cincuenta años. Es decir, pasará de 56 a 215 millones.
Entre los desafíos que esto plantea son, por ejemplo, que el 10% de los mayores querrán tener opciones a una jubilación. En el caso de África, esto está prácticamente restringido a funcionarios y ejecutivos de grandes empresas privadas. O en materia de sanidad, dónde se debería hacer un gigantesco esfuerzo pues ya hoy la mayoría de las personas mayores en África carecen de cobertura sanitaria. Los mayores en África están “acostumbrados” a estar medianamente protegidos por su propia “red familiar”.
Todo parece indicarnos que grandes cambios sociales además de económicos deberían producirse en el continente si no queremos que la situación se vuelva insostenible para todos. También en África los jóvenes comienzan a querer emanciparse de la tradicional gran familia. También se deja percibir como el papel de los ancianos cada vez es menos influyente, en un marcado carácter tendencioso de copiar aventuras sociales de occidente.
¿Jubilarse en África? |
En otro orden de cosas, se aprecian movimientos sociales tendentes al abandono de las ciudades por espacios urbanos más baratos y con más posibilidades de auto-emplearse. También las mujeres están cambiando el panorama pues se están rápidamente incorporando al trabajo, a los estudios, etc y de este modo están cambiando hábitos sociales, tal y como se conocieron en Occidente allá por los años sesenta.
¿Conclusión? Los africanos están ante un reto importante que puede llevarles al progreso o a la catástrofe, pero que no tiene vuelta atrás. Dentro de unos años, quizás dos décadas, todos los que conocemos algunas de estas tierras, no las reconozcamos. ¿Ir a África a jubilarse? por el momento, sigue sin ser una opción.