Hablemos de cuando la cirugía estética puede ayudarnos a sentirnos bien con nosotros mismos. Y también, aparte de esas pequeñas operaciones que sirven para paliar los efectos de la edad, una dieta antiedad contribuye al rejuvenecimiento. Somos lo que comemos, y envejecemos o rejuvenecemos en función de lo que nos metemos en el cuerpo.
REJUVENECER CON CIRUGIA Y SIN ELLA
Lo vemos a menudo. Personas de la misma edad que aparentan tan diferente. Su calidad de vida, sus hábitos de alimentación, ejercicio, actitud… Todo influye de manera sobresaliente en el aspecto físico. La alimentación adecuada y el estilo de vida saludable son claves. Para conseguirlo los alimentos que ingerimos deben aportarnos todos los nutrientes que sirven para renovar los tejidos de nuestro cuerpo, y han de hacerlo de forma equilibrada.
Pero ¿Cuáles son esos alimentos? Pues las frutas, verduras, el arroz y la pasta integral, las legumbres, el pescado azul, los frutos secos y el chocolate negro. Hay que proporcionarle al cuerpo la cantidad de grasas, proteínas e hidratos de carbono que requiere. En cuanto a los alimentos a reducir están los precocinados industriales, los que tengan gran contenido en grasas saturadas, la sal (sodio), los aditivos químicos y los que tengan mucho contenido en azúcares.
También es muy malo el tabaco, las drogas y el alcohol), pero también el estrés (obviamente). Cuando todo esto no es suficiente no está de más recurrir a la cirugía. Si me permites un consejo, en cuanto a Cirugía, Estética y Reparación, en Sevilla la Dra Ana Moreno.
Y hay más cosas que podemos hacer para rejuvenecer o suavizar el envejecimiento. Una de ellas es descansar lo suficiente. Necesitamos descansar para sobrevivir y dormir es fundamental. ¿Por qué es tan importante dormir? pues porque es mientras se duerme cuando el organismo recupera y procesa la información que se relegó durante el día. El sueño es nuestra forma de reparar cosas como la memoria y los circuitos neuronales.
Necesitamos dormir según nuestra edad. Mientras que un bebé necesita de 11 a 18 horas, un adulto medio de 7 a 8 y una persona ya mayor de 4 a 6 horas. Además, el descanso nocturno ha de ser más que en cantidad, de calidad. Hay productos naturales que recomienda la comunidad médica y farmacéutica que nos pueden ayudar en la conciliación del sueño.
