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El agua de mar, la inesperada aliada para la salud: ¿estás listo para sumergirte en sus beneficios?
El agua de mar ha dejado de ser solo un escenario para vacaciones idílicas. Con su refrescante oleaje, está ganando notoriedad como una fuente inagotable de beneficios para la salud. Desde antiguos remedios hasta nuevas investigaciones científicas, parece que este líquido salino contiene mucho más que simples recuerdos de verano. Contribuye al bienestar de nuestro cuerpo de formas que pocos imaginan. Pero, ¿qué tiene el agua de mar que la convierte en un verdadero tesoro terapéutico?
Beneficios generales para la salud: Un cóctel mineral directo del océano
El agua de mar es una bomba de minerales esenciales. En su composición podemos encontrar magnesio, calcio, potasio, zinc e incluso yodo, que son claves para el equilibrio interno del cuerpo. Estos oligoelementos, que muchas veces faltan en nuestras dietas modernas, son cruciales para el buen funcionamiento del organismo. Pero eso no es todo:
“El agua de mar tiene propiedades antioxidantes”, una frase que resuena entre estudios recientes. Sus componentes combaten el daño celular causado por los radicales libres, lo que en términos simples significa que ayudan a protegernos del envejecimiento prematuro. Además, fortalece el sistema inmunológico, incrementando la producción de glóbulos blancos y mejorando la respuesta de nuestro cuerpo frente a infecciones y enfermedades.
El océano también nos ofrece la posibilidad de rehidratarnos de manera efectiva, ya que su composición mineral contribuye a la recuperación muscular después del ejercicio o durante períodos de alta actividad física.
PRODUCTOS DE SALUD NATURAL: El agua del mar
El poder curativo del agua del mar es algo que he descubierto recientemente. No son pocos los amigos y familiares que han sido aconsejados por los médicos, según ellos mismos me cuentan, a vivir cerca del mar, si esto es posible. A mi realmente me ha ido muy bien el cambio. He notado en mi propia piel los efectos terapéuticos de vivir próximo al mar.
Pero no se trata solo del agua del mar, pues la salud natural se basa en múltiples recursos y disciplinas que pueden ser aprendidas para prestar servicio a los demás. Y por supuesto, pueden ser también el inicio de una carrera profesional. Es por ello que cada vez son más quienes optan por Cursos de masaje y naturopatía, osteopatía, acupuntura, quiromasaje, etc.
El agua de mar, por su salinidad, es fuente natural de minerales naturales. Además, el agua del mar no solo actúa terapéuticamente en nuestra piel y también en nuestro estado de animo. Si la tomamos tiene propiedades alcalinizantes y curativas para el organismo. Pero no la debemos ingerir sin haber sido tratada antes y microfiltrada, para eliminar toda materia orgánica e impurezas. Podemos creer que cuanto más virgen sea el sitio y el agua esté a mayor profundidad el agua es más limpia. Pero no tiene por que ser así. Lo mejor es que algún laboratorio certifique la calidad del agua.
La piel encuentra su refugio en el agua de mar
Cuando se trata de cuidados dermatológicos, el agua de mar es un bálsamo natural. Su acción antibiótica y antiséptica facilita la cicatrización de heridas y combate afecciones cutáneas tan molestas como la psoriasis, el acné o la dermatitis. “Limpia, hidrata y tonifica”, tres palabras que cualquier rutina de belleza busca cumplir, y lo que el mar puede ofrecer a tu piel con cada inmersión.
Las propiedades del agua salada también se han utilizado tradicionalmente en balnearios y terapias de talasoterapia para mejorar el estado general de la piel, proporcionando una limpieza profunda y estimulando la circulación. Un baño de mar no solo es un placer, sino que además deja la piel como nueva, libre de impurezas y más saludable.
El agua de mar tiene mucho sodio y minerales. Es por ello que hay también que dosificar la ingesta diaria. Podemos usarla para cocinar, tomando precauciones pues el consumo diario de sodio no ha de sobrepasar los 2000 mg.
Hay quien dice del mar que es la base de la medicina del futuro.
¿Y en la cocina? Hay muchas recetas de caldos y de sopas que merece la pena hacerlas con agua de mar. El consejo es mezclarla con agua dulce en una proporción de 1 cuarto del total de agua de mar.Y por supuesto no añadir sal. También es bueno usarla para hervir verdura y legumbres.
Respirar mejor, un regalo inesperado del mar
Si alguna vez has caminado por la orilla del mar inhalando ese aire cargado de sal y humedad, seguramente te habrás sentido mejor. Esto no es casualidad. El agua de mar es conocida por aliviar los síntomas de rinitis, sinusitis y congestión nasal, lo que la convierte en un verdadero aliado para quienes padecen afecciones respiratorias.
El simple hecho de inhalar el aire salino puede limpiar las vías respiratorias de una manera natural y efectiva. Pero, para quienes sufren de asma o bronquitis, el agua de mar puede ser especialmente beneficiosa. El contenido de minerales y la presión osmótica de la sal ayudan a despejar las mucosidades, facilitando la respiración.
También su uso con plantas medicinales es bueno. Microfiltrada en frío se elimina toda la materia orgánica y quedan solo los minerales naturales del agua de mar. Se mezclan con diferentes plantas medicinales y así se obtienen diferentes beneficios para la salud.
Por ejemplo para la piel, mezclada con avena, zarzaparrilla y diente de león. O para alcalinizar los pulmones, mezclada con pulmonaria, tomillo y llantén. Lo mejor para encontrar agua de mar es recurrir a los herbolarios y tiendas especializadas en medicina natural. Mejor pedir consejo a un profesional antes de utilizarla.
PRODUCTOS DE SALUD NATURAL: Cursos y masters de medicina natural
Y si quieres convertirte en uno de esos profesionales puedes optar por informarte en DCursos.com, que organizan Cursos y masters de medicina, escuelas y talleres. Es ya la Medicina Natural una opción muy a tener en cuenta. No es en vano que la tendencia a consumir productos de origen natural crece. El mercado ha evolucionado mucho en este sentido.
Aún así, el mercado está aún muy por conquistar. Es ahora cuando más se está concienciando la gente y hay mayor interés de los usuarios. Todo ello es motivado por la preocupación por el deterioro ambiental y por la salud. Los grandes retos de hoy tales como el cambio climático, los transgénicos, la seguridad alimenticia, y la perdida de la biodiversidad hacen que la concienciación se acreciente. Por ello observamos cierta tendencia a volver a nuestras raíces, a los productos de salud natural, a productos orgánicos.
Un respiro para los músculos y huesos
Además de relajar la mente, el agua de mar actúa como un poderoso relajante muscular. Sumergirse en sus aguas es casi como dejar que el cuerpo descanse en un baño terapéutico que calma y alivia tensiones acumuladas. También resulta ideal para la recuperación de lesiones, ya que favorece la circulación y reduce el dolor en articulaciones y músculos.
Personas con problemas reumáticos encuentran alivio en los minerales del agua marina, que ayudan a reducir los dolores articulares y los síntomas inflamatorios. Aquí es donde la naturaleza nos recuerda que, a veces, las mejores medicinas están justo frente a nosotros.
La ciencia detrás del buen humor: ¿qué tiene el agua de mar que nos calma?
Más allá de los beneficios físicos, el efecto calmante del agua de mar es casi mágico. Estudios han demostrado que reduce los niveles de estrés y ansiedad, lo que explica por qué muchos encuentran paz simplemente al escuchar el sonido de las olas. “El agua de mar combate el insomnio”, y quienes han pasado una tarde completa nadando y jugando en el mar pueden dar fe de ello.
Este líquido salino también puede mejorar el estado de ánimo general. La combinación de minerales, el ambiente relajante y la experiencia sensorial completa del mar contribuyen a un bienestar mental que va más allá de una simple desconexión.
Desintoxicar el organismo y regular el sistema digestivo
El agua de mar actúa como un depurador natural para el cuerpo. Sus propiedades ayudan a desintoxicar el organismo, favoreciendo la eliminación de toxinas acumuladas y mejorando la digestión y el funcionamiento intestinal. Esto se debe a que contiene elementos que ayudan a equilibrar el pH del cuerpo y facilitar los procesos digestivos.
Asimismo, los oligoelementos que contiene son cruciales para regular la presión arterial. Aunque esto suene paradójico debido a la relación habitual de la sal con la hipertensión, es importante recordar que el consumo de agua de mar debe ser controlado y preferiblemente isotónico, es decir, diluido para mantener el equilibrio correcto.
La inmunidad, un escudo activado por el mar
Los estudios no dejan lugar a dudas: “El agua de mar fortalece las defensas”. Gracias a su rica composición de zinc, magnesio, yodo y otros elementos vitales, mejora la respuesta inmune del cuerpo frente a agentes patógenos como virus y bacterias. En este sentido, el agua de mar no solo actúa como un tónico general, sino que también puede ser un protector natural frente a enfermedades.
Desde la antigüedad, se ha creído que el agua del mar tiene propiedades curativas, pero hoy en día la ciencia lo confirma. “El agua de mar tiene propiedades antioxidantes e inmunomoduladoras”, lo que significa que regula y equilibra el sistema inmune, protegiendo las células del daño oxidativo.
Un mar de beneficios, pero con precaución
No toda el agua de mar es igual, y es vital recordar que los beneficios se obtienen del agua tratada y esterilizada, no directamente del océano. El consumo debe ser supervisado por un profesional de la salud, especialmente en personas con condiciones como hipertensión, problemas renales o tiroideos.
Entonces, la próxima vez que te encuentres frente al mar, considera no solo la belleza de las olas, sino el poder curativo que reside en cada gota. ¿Será este el futuro de la medicina natural?