El tiempo ya antes de acostarse es sagrado. Lo que haces ya antes de acostarse determina qué tan bien duermes y si te vas a despertar con energía al día después. El día hace que nuestra copa se desborde de pensamientos, ideas, preocupaciones y también historias que se repiten una y otra vez. De forma frecuente veo un programa de T.V. llamado «Grand Designs» ya antes de dormir pues su simplicidad me deja escapar de mis pensamientos y concentrarme en la estructura física de una casa.
Para prepararte para la cama, debes relajarte un tanto. Quítate una carga, relájate, siéntate en el sofá, recuéstate en el piso, siéntese en cama o bien halle su forma de relajarse. Una ducha ya antes de acostarse es una genial forma de relajarse. Hay mucho mumbo jumbo sobre la temperatura de su cuerpo ya antes de acostarse y, si bien seguramente sea cierto, las ventajas relajantes de una ducha pueden infravalorarse.
Pasamos una gran parte de nuestro día en frente de un teléfono o bien computadora. Deja que tus preocupaciones descansen. Acostarse con la cabeza llena de preocupaciones no te va a ayudar a dormir.
La preocupación nos sostiene lúcidos y deja que nuestras psiques prosigan marchando. No puedes reparar tus preocupaciones mientras que duermes.
Contempla lo que has conseguido. Te ayuda a desconectarte. Sientes orgullo y eso pone tu día en contexto. Evita las redes sociales inmediatamente antes de acostarte. Estar en LinkedIn a altas horas de la noche es tentador para tí pero eso no te ayuda a dormir. Todo cuanto se precisa es un comentario perdido o bien la necesidad de equiparar tus resultados con los de otra persona, y tu sueño se ve desequilibrado.
No debes ponerte todo espiritual y has de ser todo humilde. Estimar una cosa te ayuda a darte cuenta de cuánto tienes. Todos y cada uno de los días, consigues un regalo de que algo va bien entre todas y cada una de las cosas que salen mal.
