Tras múltiples discos de nuevas canciones a la antigua usanza, Zenet ha regresado con un álbum de viejas canciones. Con ‘La guapería’ el artista malagueño ha querido abonar su deuda con todos y cada uno de los músicos cubanos más y menos próximos que le han hecho mejor músico. El resultado lo presenta entre los suyos, los malagueños, en el Teatro Cervantes.
Zenet es uno de los escogidos por el templo de la calle Ramos Marín para su festival veraniego, Terral, centrado poco a poco más en las músicas de raíz.
La cita con La guapería, el próximo veintiocho de junio.
¿Qué sentido tiene hacer viejos boleros en este siglo veintiuno de consumos acelerados?
Vivimos en una sociedad muy moderna, y existe el slow food, el turismo rural, las ganas de gozar de las cosas poco a poco.
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El bolero fue un género ultra popular en España, y hay música masiva que desaparece como un papel al que le prendes fuego, hay otra que por su estructura puedes proseguir consumiéndola a lo largo de un buen tiempo.
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Se ha hecho el bolero gitano, el Príncipe, cualquiera puede coger el género y llevarlo a su terreno.
Mi filtro, hacer las cosas como las hago. Es como hacer un papel. Tú tienes una parte bolerística, igual que la tienes de bueno, de malo, de indio o bien de cowboy, y lo que debes hacer es sacar esa parte.
Yo era un vocalista muy exagerado y he ido dándome cuenta de que la emoción, cuando se contiene y se da en pastillas pequeñas, es considerablemente más agradecida.
¿Cantar boleros le ha hecho vocalista de boleros a Toni Zenet?