Aunque es habitual alargar este tipo de revisiones, es necesario tener en cuenta ciertas señales para olvidarse de los miedos y buscar un especialista capaz de hacer un chequeo a conciencia para paliar cualquier dolencia.
Pedir una cita con un urólogo puede ser fundamental para la salud, especialmente cuando aparecen ciertos síntomas o necesidades específicas que requieren la atención y diagnóstico en el sistema urinario y el aparato reproductor masculino.
5 motivos para no demorar la consulta
Problemas de micción
Uno de los principales motivos para decantarse por una consulta es notar dificultad o dolor al orinar. “Las infecciones urinarias, como la cistitis, suelen causar ardor, molestias y, a veces, sangre en la orina. Estos síntomas pueden afectar tanto a hombres como a mujeres y, si no se tratan, podrían evolucionar a condiciones más graves como infecciones renales” explica la Dra. Peraza Godoy, uróloga en Barcelona.
Además, la urgencia o la incontinencia urinaria pueden reflejar problemas en la vejiga o en los músculos pélvicos. Desde la especialidad en urología se puede evaluar la causa y proporcionar tratamientos efectivos para aliviar estos síntomas y prevenir complicaciones futuras.
Dolor o inflamación en la zona pélvica
El dolor en la zona pélvica, en los riñones, la vejiga o los testículos, es una señal de advertencia que no se debe ignorar. Puede estar relacionado con afecciones como cálculos renales, infecciones o prostatitis, una inflamación de la glándula prostática que afecta principalmente a los hombres.
Problemas sexuales y disfunción eréctil
Los problemas sexuales como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o la pérdida de libido afectan la calidad de vida de quienes los experimentan y pueden estar asociados con problemas de salud subyacentes. La disfunción eréctil, por ejemplo, puede ser un indicador temprano de enfermedades cardiovasculares, diabetes o desequilibrios hormonales. Un urólogo puede abordar estas preocupaciones desde una perspectiva médica, ofreciendo terapias y tratamientos adaptados a las necesidades de cada paciente y orientándolos a una recuperación efectiva.
Prevención y detección de enfermedades prostáticas
A partir de los 50 años, es fundamental que los hombres se sometan a chequeos regulares de la próstata, especialmente si existen antecedentes familiares de cáncer prostático. El médico realizará un examen físico y pruebas como el antígeno prostático específico (PSA), que permite detectar cambios en la próstata.
Fertilidad masculina y planificación familiar
Cuando una pareja enfrenta dificultades para concebir, se recomienda que ambos miembros sean evaluados. Para estudiar el factor masculino, el especialista es el urólogo, pues puede investigar aspectos como la calidad del esperma, la presencia de varicoceles u otras afecciones que afectan la fertilidad. Con su orientación, es posible identificar la causa del problema y aplicar tratamientos o técnicas de reproducción asistida en los casos que lo ameriten.