El abuso narcisista

¿Cómo protegerse del abuso emocional o el abuso narcisista? ¿Cómo te proteges psicológicamente de una persona narcisista?

Dejarle de hablar es la opción más radical, pero también la más sencilla. Lo difícil es aprender a reconocer tus emociones. Recuerda que toda persona tiene dignidad. No hables en el mismo tono. Invierte la crítica. El objetivo principal del narcisista es el poder. Esto no es casual, el abuso es deliberado y el objetivo es la dominación. Hay que saber unas cuantas cosas antes de buscar tratamiento abuso emocional. Cuando tratamos con un o una narcisista solo vemos diferencias en el tamaño de los objetivos y la complejidad del abuso.

Las relaciones narcisistas tienden a seguir un patrón de abuso de tres etapas, comenzando con lo que se ha venido a llamar “En busca del unicornio”. En esta etapa, el o la narcisista ve al objeto de su amor como la pareja perfecta y hará cualquier cosa por conseguirla. El o la narcisista a menudo ofrece sugerencias e ideas sobre cosas que le gustaría cambiar, como el cabello, la ropa, el ejercicio, los hábitos personales, el trabajo o cualquier otra cosa.

El aspecto de abuso de esta etapa generalmente comienza cuando el o la narcisista comienza a escuchar la palabra “no”. Es entonces cuando al o la narcisista le surge el sentimiento de decepción y lo que puede ser algo más normal con la mayoría de las personas resulta muy difícil en estos casos ya que no reaccionan ante la decepción como lo hacen los demás.

Los o las narcisistas aceptan el tipo de frustración con la que el resto de nosotros nos enfrentaremos personalmente. Esto conduce a la ira, las peleas y el abuso emocional a medida que el o la narcisista comienzan a devaluar a la otra persona de varias maneras. Este patrón de creciente hostilidad y abuso verbal continúa creciendo hasta que se convierte en la forma principal del o la narcisista de interactuar con su pareja.

La crueldad se convierte en la norma, las peleas se intensifican y el abuso físico se convierte en una posibilidad real. Cualquiera puede sufrir el síndrome de abuso narcisista. Debido a que los narcisistas son maestros/as del engaño y la manipulación, cualquiera puede ser victimizado y abusado en sus manos. Aquellos que lo hacen es probable que desarrollen algún nivel de Síndrome de Abuso Narcisista.

Para romper con una persona narcisista

No te hagas responsable de su propia vida y pasado. Usa tus momentos de claridad para apresurarte. Prepárate para despegar antes de dar aviso. No establezca ningún tipo de contacto físico o digital. Mejora y/o fortalecer tu vida social. Tu única cita ha de ser con el gimnasio.

¿Qué sucede cuando se descubre al o la narcisista?

Si el o la narcisista se siente descubierto/a, rápidamente asume el papel de víctima. Con gran habilidad, pueden hacer que la otra persona piense que está siendo muy dura o injusta con ella. Toda persona debe tener valores morales inquebrantables. No puedes romper estos valores, y mucho menos permitir que un extraño lo haga. Siempre debes ser honesto/a contigo mismo/a. Es la única manera de mantenerse fuerte. A medida que conozcas a alguien más, ve si está de acuerdo con estos valores, y has de saber lo que realmente significan y aplícalos.

El primer valor moral es el respeto. Deberías respetarte a ti mismo/a. No puedes permitir que nadie te falte al respeto y siempre debes dejar un espacio así como respetar la libertad de todas las personas para hacer lo que quieran o necesiten con su vida. Cualquier persona puede elegir su sexualidad, su religión, y los psicópatas no pueden interferir en cómo piensa o siente esa persona, siempre que no perjudique al resto. Y por supuesto, las creencias en estos aspectos son completamente respetables pero nadie tiene la verdad absoluta.

Otro valor moral que debes tener y del que ningún psicópata o narcisista puede hacerte dudar es la sinceridad. Las personas tienen luces y sombras, las emociones fluctúan en el ser humano, y es difícil evitar sentir emociones que no te gustan. Asimismo, debes ser respetado y estar orgulloso/a de quién eres.

Mentir no es necesario, siempre puedes decir lo que piensas. Si se te acerca un psicópata y te quiere convencer de que mentir no es tan malo y que todo el mundo miente… tienes que ser lo suficientemente fuerte para reafirmarte, no tienes que mentir, engañar, manipular, sino convencer. La sinceridad siempre debe estar contigo. Debes oponerte a todo lo que dañe o manipule a otra persona. Y si intentan hacerte esto, detén este comportamiento.

Otro valor muy importante es la amabilidad, queriendo siempre el bienestar de los demás, que la gente sea feliz, ayudando cuando alguien lo necesita. Tal vez un psicópata te cuestione porque eres bueno o buena con la gente, pero en el fondo es lo que él quiere que seas. El hombre no deja de ser un ser vivo en el mundo. Cuando amas a una persona, amas a las personas de tu propia especie.

El experto en acoso considera que el actual modelo de sociedad es un caldo de cultivo para la proliferación de psicópatas.

El cine y la literatura han contribuido en gran medida a desvirtuar el concepto de narcisista o psicópata que tenemos la mayoría de nosotros… simplificando, reduciéndolo a la idea de que un psicópata es un asesino o asesina a sangre fría, alguien calculador, que no tiene miedo de matar. Pero esta imagen de psicópata que nos presenta la ficción nada tiene que ver con la realidad. La verdad es mucho peor.

Los psicópatas conviven entre nosotros como personas completamente normales y socialmente integradas. De hecho, es su mejor activo para esconderse detrás de las innumerables máscaras colocadas y seguir cazando a sus víctimas. Contrariamente a la creencia popular, los psicópatas no suelen necesitar abusar o eliminar físicamente a sus víctimas; no lo necesitan.

Cuando se trata de trabajo, pueden, porque no les importa hacerlo, pero el psicópata integrado habitual rara vez cometerá un crimen sangriento y rara vez será un abusador físico, simple y llanamente. Porque no lo necesitan. En cambio, son grandes expertos en la manipulación psicológica de los demás en las formas de abuso más encubiertas e indirectas.