“Pescar, nadar, comer, descansar, y todo el mundo es tan amable. Son cosas muy simples pero… Si pudiera parar el mundo y reiniciar la vida, poner el reloj a cero, creo que me gustaría reiniciarlo así. Para todo el mundo”. – Alex Garland, La Playa
Imagina una impresionante una cala playa, situada a 30 minutos de una isla poblada. Una cala, cuyas cristalinas aguas azules son casi brillantes, la arena suave y sedosa bajo tus pies, el acantilado que la rodea enfrenta maravillosamente dominante en un abrazo protector y donde las agitadas aguas protegen el enclave de los invasores humanos.
Suena idílico, ¿no es así?
Bienvenid@ a la bahía de Maya o Maya Bay en Ko Phi Phi Lay, un enclave de paraíso en la costa de Koh Phi Phi Leh – la isla hermana menor de Tailandia, un paraíso de sol, surf y snorkel.
Salvo que se hizo famosa como escenario de la película de gran éxito, ‘La Playa’, basada en la novela del mismo nombre de Alex Garland – una historia que todavía me encanta analizar (desde la perspectiva de un viajero) y un destino que siempre he querido siempre visitar, a pesar de saber las consecuencias que su fama ha traído.
Es impresionante, pero arruinada; espectacular, pero demasiado concurrida, el ver la bahía de Maya en su estado natural ahora es casi imposible. A menos que sea una suerte increíble. Es decepcionante, y una pena que el número de turistas no estén limitadas y controlados.
Docenas y docenas de barcos llegan aquí todos los días, a dejar a los turistas como los lemmings, que parecen multiplicarse ante tus ojos, empujando más allá con la curiosidad excitada como si estuvieran esperando Leonardo para saltar desde la cresta al grito de “lo he encontrado!” El agua azul esmeralda ya no contiene los misterios parpadeantes de su belleza sumergida pero en cambio está flanqueada por una fila de botes flotantes de brazos cruzados mientras que las arenas rápidamente se cubren con una dispersión de los pies y el aire se llena con nada más que caos incontrolado y los gritos de los capitanes de los barcos.
Cosas de la fama…
