Cada cual tiene sus puentes a la memoria, así sea ese árbol que plantamos juntos, la manera en que nos anudamos los cordones de los zapatos o bien aun esa manía tan especial que heredamos o bien copiamos de nuestros abuelos. Y la verdad es que cuanto más avancemos en el tiempo, lejos de olvidarlos, nos vamos a parecer más a ellos pues su influjo jamás desaparece.
Este tierno corto nos enseña que los abuelos mantuvieron nuestras manos a lo largo de un tiempo mientras que nos enseñaban a caminar, y entonces se transforman en pilares de nuestra alma, en donde van a vivir eternamente como un faro de luz.
Nos cuentan + en: Este corto nos muestra que «las abuelas especiales dejan huellas imborrables en el alma de sus nietos» Rincón de la Psicología Rincón de la Psicología