Ciudad del Cabo se halla en la Península del Cabo de Suráfrica, donde confluyen las aguas del Océano Atlántico y también Índico. Empezamos, por ejemplo, nuestra aventura en el Castillo de Buena Esperanza, el punto central desde el que medró la Ciudad. En las proximidades hallamos el Jardín de la Compañía, el Edificio del Parlamento y el Museo de Suráfrica.
No te pierdas el Museo District Six, que da voz a los sesenta residentes no blancos que vieron su vibrante distrito multirracial aplastado a lo largo de los días más oscuros de la era del Apartheid. Un distrito que se salvó de la bola de demolición del apartheid es Bo-Kaap, donde la cultura tradicional de Cape Malay prosigue en la mitad de las casas de este suburbio colorido de la ladera.
Visita el Victoria and Alfred Waterfront, y explora atracciones como Two Oceans Aquarium. El camino marítimo es asimismo la puerta de entrada a una de las prisiones más viles del planeta, Robben Island. Table Mountain es la señal más querida de Ciudad del Cabo. Desde el Kirstenbosch Botanical Gardens, tomar un camino para pasear por la montaña, o bien tomar el teleférico para el camino es increíble y las vistas también.
Ciudad del Cabo es una de las grandes Ciudads de playa del planeta. Desde Green Point, el lugar del futurista estadio de Ciudad del Cabo, prosiga la costa y descubra una increíble playa tras otra.
Las riquezas de Ciudad del Cabo no acaban con sus playas, sino asimismo es bendecida con algunos de los mejores vinos del planeta. Tras recorrer las ovacionadas bodegas de Paarl y Stellenbosch, la cabeza hasta Franschhoek Pass y deambular laderas llenas de Proteas. En la tradición local, el Protea representa la transformación, el valor y la esperanza. Ciudad del Cabo es una Ciudad que comparte exactamente el mismo suelo, con lo que no extraña que encarna esas cualidades.
