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En periodos de urgencia sanitaria, conforme a la ley 20.418, que fija reglas sobre información, orientación y posibilidades en materia de regulación de fecundidad, es una obligación estatal asegurar la salud sexual para todos.
Lo es el asegurar el acceso a la salud sexual y reproductiva. De ahí que se han efectuado encuestas para producir un diagnóstico. El acceso a salud sexual y reproductiva es un derecho humano.
Una encuesta puede servir para poder producir estrategias a fin de que el Estado garantice el acceso a salud sexual y reproductiva. En tiempos como los que vivimos es también un recurso la visita a tiendas online en donde comprar a domicilio todo tipo de juguetes y accesorios sexuales. Como ejemplo visitar sitio especializado en accesorios de sexualidad.
En exactamente la misma línea, la Empresa Miles efectuó una encuesta a lo largo del estallido social que sirvió para emplazar a los servicios de salud por la carencia de stock libre de medicamentos en los servicios de salud. En noviembre hicieron un alzamiento de información, tanto a usuarios como a trabajadores del área de salud, quienes dejaron en evidencia una falta de stock libre de medicamentos, como Misoprostol y Mifepristona, en los servicios de salud públicos.
La salud sexual es un derecho, asimismo en tiempos de coronavirus.
Es un derecho desde mil novecientos setenta y cuatro. La OMS de esta manera lo reconoció. Por lo tanto, siendo un derecho, es obligación de las instituciones sanitarias dar cobertura. Debemos insistir en la necesidad de que los pacientes pierdan el temor a asistir al médico para compartir sus inconvenientes sexuales. La gran mayoría de los hombres y mujeres no comentan inconvenientes sexuales. Es esencial preguntar, por el hecho de que, por poner un ejemplo, la disfunción eréctil puede ser un síntoma de inconveniente cardiológico.
Y es que la diabetes, por ejemplo, puede afectar a la salud sexual. Puede dañar los nervios, los vasos sanguíneos, provocar perturbaciones hormonales, reducir la testosterona, elevar la prolactina, bajar la autoestima y dar sitio a una disfunción sexual. Uno de cada dos hombres con diabetes tiene inconvenientes sexuales. La incidencia de disfunción eréctil en hombres con diabetes se da hasta en menores de veinte años.
Si llega, «hay que perder el temor a ir al médico. El que tenga vergüenza debe comprender que los médicos están habituados y todo el día viendo pacientes. Hay una legión de personas que tiene diabetes e inconvenientes sexuales.
Después de la menopausia reduce el deseo sexual
El coronavirus se transmite por gotas que salen de la boca y la nariz. No es una infección de transmisión sexual. Se puede tener sexo seguro. Mas se puede transmitir por besos y contacto cercano. Es por esta razón que «si uno ha tenido síntomas o bien ha estado en contacto con personas contagiadas no debe tener relaciones íntimas. Hay formas de tener placer sexual sin contacto físico. Si no tiene síntomas, está bien, puede practicarlo».
También el estrés es uno de los grandes oponentes de la salud sexual. Cuando una persona está agobiada es bastante difícil sostener una relación íntima sana. El deseo sexual es recuperable, mas hay que ponerse a trabajar. A fin de que la salud sexual se consiga y se sostenga, los derechos sexuales de todas y cada una de las personas han de ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.
Conforme exactamente la misma OMS, la salud sexual «requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones íntimas, como la posibilidad de tener experiencias sexuales agradables y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia». Aún existen países que prosiguen practicando barbaries como la mutilación genital femenina cuyo fin es la cancelación del disfrute sexual de la mujer.
Usa los métodos anticonceptivos y resguardate para eludir las temidas infecciones de transmisión sexual. Es esencial una buena educación sexual y reproductiva. La visión que se tiene sobre el sexo ha ido evolucionando y en estos instantes las personas mayores de sesenta y cinco años sostienen relaciones de una forma fluida. Además de esto, la sociedad va suprimiendo tabúes que había en torno a que los mayores pudiesen gozar de una vida sexual plena.
Es más, bastantes personas que están solas sienten una segunda juventud cuando se vuelven a enamorar o bien comienzan a coquetear, despertándose en ellos una vitalidad que creían olvidada. Disfrutando de una buena salud y de una pareja con la que desee compartir sus instantes íntimos, los mayores pueden retener tanto el deseo como la capacidad de hacer el amor, cada uno de ellos con sus características particulares, hasta el final de sus días, si de esta manera lo desean.
No obstante, muchas son las personas de edad avanzada que piensan que el hecho de no ser jóvenes suprime la posibilidad de padecer alguna enfermedad de clase sexual, lo que les hace no extremar las cautelas que sí les piden a los adolescentes y a los menores de veinticinco años. En verdad, en los últimos tiempos se ha producido un incremento de estas enfermedades entre los mayores.
¿Están las personas mayores menos expuestas a las enfermedades sexuales?
Conforme el estudio La sexualidad en la gente mayor, que ha sido efectuado por la asociación Servicios Integrales para el Envejecimiento Activo, prácticamente la mitad de los mayores no emplea preservativo en sus relaciones íntimas. Naturalmente, si las relaciones son con exactamente la misma pareja de siempre y los dos son monógamos, el peligro es mucho menor, mas aquellas personas que sostengan relaciones con múltiples personas o bien que conocen gente nueva, deberían extremar las cautelas, en tanto que, tal como asegura ese informe, las enfermedades de transmisión sexual experimentan una tendencia en alza.
Las personas mayores que son sexualmente activas pueden estar bajo riesgo de contraer enfermedades como sífilis, blenorragia, infección por clamidia, herpes genital, hepatitis B, verrugas genitales y tricomoniasis. Prácticamente cualquiera que sea sexualmente activo asimismo corre el peligro de contraer el SIDA, esto es, el virus que causa el VIH. El número de personas mayores con VIH/SIDA está aumentando.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han registrado un incremento del setenta y siete con cinco por ciento en SIDA entre personas de edad avanzada. No todas las personas conocen cuáles son los peligros, sobre todo aquellas quienes solo tuvieron una pareja ya hace un buen tiempo, además de esto no gozaron de una educación sexual como la que se da hoy día, en la que se dejan considerablemente más claros los conceptos que todos debemos aprender.